Hace algunos años un grupo de amigos, buscando una excusa para juntarse, decidió ir a comer pizza una vez por mes. Primero, recorrieron las clásicas pizzerías del centro y luego fueron descubriendo algunas otras que se encuentran escondidas, joyitas barriales solo conocidas por sus vecinos. Pedían muzzarella 🍕, fugazzeta o la especial de la casa. Le ponían puntaje e iban armando su ranking personal. De estas historias, hay miles. 

En Argentina, si querés ir a comer afuera, la primera pregunta que te hacés es:  ¿pizza o parrilla? 🤔🤔

Si elegís la primera opción, aparecen más preguntas: ¿vamos por una clásica pizza a la piedra? ¿o una masa más liviana, húmeda?.  ¿Estamos para una extra grande o me estoy cuidando y quiero una vegana que en vez de queso venga con paparella (que es esa especie de queso de papa)?

Con su origen en Nápoles, la pizza tiene incontables reversiones. Depende el lugar adonde se haga, la historia que la envuelve es diferente. Puede ser vista como comida al paso o como una elección para un momento importante. Como dice Marquinetti (el mejor pizzero del mundo) en una entrevista:

“es posible revertir la mala fama de fast food de la pizza y entenderla como una comida gourmet.”

Marcha una Grande de Muzza!

En La Ciudad de Buenos Aires podés tomar el recorrido clásico de la Avenida Corrientes y optar por una pizza bien aporteñada, lo que se conoce como una “media masa” al molde, que combina esponjosidad y altura, sumado a una cantidad generosa de muzzarella (como las que encontramos en Las Cuartetas, Güerrín , El Cuartito). Las combinaciones de gustos para pedir son casi infinitas y dependen de la carta de cada lugar. Algunos gustos clásicos que podemos encontrar son:

  • jamón y palmitos,
  • margarita (con los colores de la bandera italiana),
  • hawaiana (de sabor agridulce),
  • jamón y morrones,
  • napolitana, y la infaltable,
  • fugazzeta rellena.

También comienza a hablarse de una “pizza porteña de nueva generación”, más saludable porque no es solamente en base a harina de trigo, sino que contiene otras harinas incluso agroecológicas y, La zarpada puede ser una muy buena alternativa.

Por su parte, la tradición italiana está en manos de la pizza napoletana (no confundir con la napolitana!) que no pierde vigencia en nuestra ciudad. Con bordes altos e inflados (llamados cornicione), masas finitas y aireadas, se caracteriza por otra forma de cocción y unos toppings clásicos como el tomate fresco y ajo, con los toques propios de cada lugar. Son varios los restaurantes o barcitos que siguen reivindicando el estilo italiano de la pizza, combinando esa tradición con el sabor porteño. Podés encontrarla por ejemplo en Atte pizza y  Brandi.

Si querés saber cuál es trending topic, no te podés olvidar de la neoyorquina, una pizza que se puede doblar sin romperse, tamaños XL, el pepperoni como protagonista y preferiblemente al paso, pensando que estás en Fifth Avenue. Algunas propuestas XXL son Sbarro Argentina, Hell’s Pizza, Togni’s Pizza, entre otras. 

Nadie puede negar de la preferencia de la gente por esta comida ya que fue uno de los pocos rubros que no sufrió grandes imprevistos durante la pandemia.

Estate atenta/o a las nuevas combinaciones de algún maestro pizzero curioso mientras seguís disfrutando de una buena pizza con una cerveza bien fría.

Provecho!

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